El caballo de dos piernas -Asbe do-pa-

EL CABALLO DE DOS PIERNAS (Asbe du-pa)
Dirección: Samira Makhmalbaf.
Guión: Mohsen Makhmalbaf.
País: Irán.Año: 2008.Duración: 101 min.
Premio del Jurado Donostia 2008


Con un guión de su padre Mohsen, Samira Makhmalbaf produce y rueda en Afganistán (por no poder hacerlo en Irán) este film. Los dos chicos protagonistas son auténticos mendigos de la calle, ambos victimas de atentados. Uno de ellos (el jinete) sin piernas por el efecto de una mina, el otro (el caballo) con un retraso mental, cuyos gestos a veces recuerdan a un animal.


El argumento (aparentemente) simple, gira en torno a un padre viudo que tiene que dejar a su hijo al que le faltan las dos piernas al cuidado de una especie de viejo tutor/cuidador y de un muchacho que sirve de medio de locomoción al niño llevándole “a caballo” a todas partes.


El niño es una especie de pequeño demonio caprichoso y capaz de las mayores maldades con su montura, llega a ponerle bridas, silla, a alquilarle a los compañeros e incluso en una escena espantosa, herraduras para que suene como los caballos de verdad.
He leído bastante sobre el film y el propósito; ese argumento tan simple está lleno de metáforas a la situación de su país, quizás esas metáforas no las comprendan nada más que la directora y su padre el guionista, los demás o espectadores nos quedamos en blanco no sabiendo a ciencia cierta que es en realidad lo que quieren transmitir. Pasados 5 años desde el estreno me pregunto si este film ha contriuido en algo a mejorar las cosas que pretenden denunciar veladamente.

No es foro, una sala de cine para reivindicaciones de ese tipo y menos de forma tan cruel (escondan lo que escondan detrás). En la película no hay nada positivo, todo es apocalíptico cruel y despiadado, los últimos 20 minutos son el cenit. La escena cuando al muchacho le ponen una auténtica cabeza de caballo hueca tapando la suya es indescriptible.
El panorama de la nueva generación representada por los alumnos y su comportamiento en la escuela no puede ser mas negativo, ni un niño piadoso, ni uno compasivo, todos jalean la violencia y la impiedad. Lo único de agradecer es que en el final el caballo no muera reventado que es lo que por las escenas podría esperarse.
No encuentro, como espectador, ninguna justificación ni a ese horror ni a los premios conseguidos. Es una película que deja recuerdo de por vida y no precisamente agradable. La calificación definitiva la obtendrá en la taquilla que es donde realmente se desvela el talento.